viernes, 5 de febrero de 2010

SÁBADOS LITERARIOS DE MERCEDES

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Cuando Regina regresó al pueblo, después de aquellos dos años en el psiquiátrico de Santa Elena, supo enseguida que ninguno de sus vecinos pensaba darle una segunda oportunidad. Nada más bajar del autobús, en la parada de la plaza, se sintió envuelta en una tormenta de miradas, codazos y expresiones esquivas. Con su descolorido bolsón de viaje colgado al hombro cruzó la calle Mayor saludando, tímida, a los pocos que no cambiaban de acera cuando la veían acercarse. De ninguno obtuvo respuesta, ni ese día ni ningún otro. Intentó, bien lo sabe Dios, mostrarse afable y comprensiva. Después de todo, era consciente de que a la gente no debía resultarle fácil quitarse de la cabeza lo ocurrido aquella noche de abril sin luna. Así que se armó de valor y trató de retomar su vida. Volvió a acudir a la iglesia, engalanada con sus vestidos negros de cuello alto y encaje, pero cada domingo, el banco en el que tomaba asiento, terminaba quedándose vacío. Siguió yendo a hacer la compra al ultramarino de don Julián, junto al río, pero el hombre, ni una sola vez se atrevió a mirarla a los ojos cuando le entregaba el cambio con pulso tembloroso. Por las tardes, durante su paseo por el Parque Grande, las madres corrían tras sus pequeños para que interrumpiesen sus juegos y regresaran junto a ellas al abrigo protector de sus brazos.
Lo intentó, sí, puso en ello todo su empeño. Trató de ignorar los desplantes y llevar bien alta la cabeza hasta que, un día, las fuerzas también la abandonaron. Supo que ya no pertenecía a aquel lugar que la había visto nacer y donde, al parecer, no le quedaba nada. Por eso, una mañana, antes de que el sol acariciara las azoteas y lamiera los tejados, tomó de nuevo su viejo bolsón y subió a un autobús cualquiera. Uno que la llevaría muy lejos, dónde nadie supiera de ella ni hubiera oído hablar jamás de aquella noche en la que fue encontrada descalza y en camisón junto a la fuente; un lugar en el que sus gentes tampoco llegaran a descubrir nunca de quién era aquella sangre que resbalaba sinuosa y espesa por el filo aún caliente del hacha que, Regina, continuaba sosteniendo entre sus manos.

24 comentarios:

  1. Wow, Susana, qué triste historia...La verdad es que no sabe uno si sentar pena o intriga por lo que hizo Regina...se supone que mató a alguien en estado de sonambulismo...

    Pero lo cierto es que todas las personas merecen esta segunda oportunidad y tú nos lo has transmitido con la sencillez, calidez y talento que te caracterizan.

    Un besote y buen finde.

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  2. Buen relato. No encuentro nada tétrico en él. El final queda abierto a la imaginación del lector según sea su actitud y su visión de la vida. Para mí, Regina mataba gatos por las noches porque estaba en estado psicótico. Se curó. Pero sus vecinos eran tan estúpidos que le tenian miedo por ser "una loca" La enfermedad mental aún no es bien entendida. Cuando Regina llegue donde no la conozcan, será feliz.
    En cuanto a ti: ¡Que me gusta tu foto, tia!
    NADA

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  3. ¿Sabes?
    ¡Estamos en la misma onda!
    Relato breve, conciso y al grano.

    Un abrazote, Susanita.

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  4. Uy, los pelos de punta me has puesto.
    Muy buen relato, aunque te esperas el final, has sabido escoger muy bien las frases con las que lo cuentas.
    Un beso.

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  5. Hola Susana:

    Relato inquietante. Ahora me dejas con la intriga de saber a quien mató y por qué. Te felicito.

    Un abrazo

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  6. ¡Hola a todos!Gracias por vuestra visita y vuestro comentario. Escribí este relato con la idea de dejar parte del argumento y el final en el aire, para que cada cual lo interpretara libremente.

    Me alegra que os haya gustado.

    Un beso fuerte para los cuatro:Mar, Nada, Mimí y Teresa. Sois un sol.

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  7. ¡Ardilla! Gracias. Tu comentario llegó mientras yo escribía el mío.

    Te mando un besote. Feliz fin de semana

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  8. Pues mira, si se quiere alejar de un lugar donde la evitan y no la quieren, indica cordura.

    Si realmente asesinó a alguien en su dia, porque estaba loca, eso tiene dificil cura, normalmente reinciden.

    Pero me ha gustado mucho. Lo de dejar el final abierto es ya magistral.

    Un besito

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Entretenida exposición y enigmático desenlace, breve y abierto.
    Totalmente de acuerdo con NADA, pero cuando llegue a ese sitio que no la conozcan de nada, ¡¡que se vayan preparando los gatos!!

    Besos

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  11. Me ha llamado mucho la atenciòn, los problemas que tiene ese tendero a la hora de ponerle la vuelta del dinero, en su palma de su mano.

    Yo tambièn, si hubiera sido una de aquellos vecinos`suyors, tendrìa miedo.
    Por lo demàs, sorprendentemente, me cuestioné segùn leía, si el hacha con sangre realmente obedece, a que hubo un crimen.
    Por lo demàs, ¿saldrà adelante, en otro sitio? ¡Se habrá seguido tomando indefinidamnete, sus pastillas!

    Interesantisimo. Pero tambièn .. sinuoso, sinuoso.

    Tèsalo

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  12. ¿Que hizo Regina? ¿Estan seguros que mató a alguien? La sangre puede ser de cualquier cosa... A veces nos montamos una historia hacia esa persona sin conocer los hechos... Espero que tenga su segunda oportunidad al destino que la lleve aquel autobus.
    Un beso guapa

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  13. El registro y el tempo de la historia me ha encantado.
    Es legítimo denegar una segunda oportunidad a Regina? Un relato bueno para el debate.
    Me ha gustado mucho.
    Un saludo cariñoso.

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  14. Una trama estupenda, bien resuelta, que nos conduce hasta el origen de la misma.
    Me alegro que te hayas decidido a publicar.
    Hasta pronto

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  15. Susana, el secreto de la fuente, del hacha, se lo lleva Regina muuuy lejos. Le pertenece y pagó por él. No merecen una segunda oportunidad los corazones mezquinos que la rodeean, jueces y jurado. !Aire! lejos, vete Regina, para ti la segunda oportunidad.
    Muy bello, intrigante, con esa persona que sufre un dolor secreto. Bsitos.

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  16. Una historia triste, pero con un peso de realidad que se teje a lo largo del relato.
    Creo que todos los que, de alguna manera la rechazan, son los verdadedor perdedores de la historia.
    Los corazones pequeños no tienen cabida para albergar grandes sentimientos.
    Perfectamente escrito.
    Un abrazo.

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  17. Una historia muy buena, te introduces rapido en ella, sientes pena por Regina.
    Felicidades
    Con cariño
    Mari

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  18. Hola Susana,
    Realmente bueno tu relato, te atrapa desde la primera linea y te deja pensando en mil fines diferentes para el hacha manchada de sangre
    Me ha encantado
    Un beso de Mar

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  19. Me encantan los relatos con final abierto. Yo suelo emplearlo much, incluso hay quien me ha dicho que lo hago porque no sé terminar la historia. Pero bueno, simpre hay amigos que te alegran la vida...jejje
    He disfrutado con tu relato, como siempre, con todo lo que escribes.
    BGracias amiga por acompañarme ene ste mi primer viaje como conductora.
    Besitos

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  20. Muy buen relato, te deja intrigada hasta el final.
    Un abrazo
    Carmen Andújar

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  21. Ya sabes que soy admiradora de tus letras. Lo vuelvo a confirmar por si cabe alguna duda.
    Realmente me encanta leerte y este cuento con final abierto, ha estado sensacional.
    Besitos.

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  22. Lo bueno de Seda es su brevedad, si no te gusta no sufrirás, si te encanta, te dejará con la miel en los labios.

    Por cierto, un relato muy bien escrito,
    saludos,
    Juanma

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  23. Una historia muy triste y cruda que me suena bastante real y algo conocida. Tengo una amiga que sin llegar a ese extremo debió pasar por una situación similar y sé que no ha sido para nada fácil volver a enfrentar las caras de los conocidos.
    A veces la gente es muy egoísta a la hora de brindar segundas oportunidades.

    un abrazo!

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  24. Me gusta mucho como escribes! y eso no es fácil! enhorabuena!

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