UN ABISMO DE MADERA
Tenía que ponerme de puntillas hasta que los dedos de los pies se me quedaban dormidos y estirar el cuello como un pajarillo hambriento, para que mis ojos ansiosos alcanzaran la ventana. Sólo en esta postura podía recrearme en las majestuosas formas del escritorio que presidía la estancia: madera lacada en un blanco inmaculado, patas suavemente torneadas, una hilera de cajones de tamaños decrecientes provistos de elegantes tiradores de plata y hasta un lugar especial para ubicar la esbelta pluma y el tintero. Permanecía allí todas las tardes, contemplándolo, admirándolo absorto durante horas, mientras el señorito terminaba con desgana sus tareas escolares del día. Después, cuando anochecía, mi padre disimulaba magistralmente su cansancio y se afanaba en enseñarme el alfabeto, a escondidas, a la tenue luz de una solitaria vela. Con pulso tembloroso, dibujaba con un palo las letras sobre el polvoriento suelo del cobertizo. Yo me esforzaba en repetirlas todas, una y otra vez, en voz muy baja, aunque sólo podía pensar en aquel maravilloso mueble y en el abismo que me separaba del afortunado señorito blanco.
Hermoso mueble, alto, inalcanzable, lujoso, para el señorito.
ResponderEliminarSuelo polvoriento y la luz de una vela, y el amor del padre, para la niña negra, afortunada.
Te saludo Susana, y te felicito por este entrañable relato que nos hace meditar, más que en muebles, en diferencias injustas y en cariños valiosos.
Un bsito, natalí
Igual con el tiempo, el niño del cobertizo escribió en mejores escritorios que el de su señorito blanco.
ResponderEliminarMuy bonito Susana. Cada día sacas mejor la punta a tu pluma. Te felicito.
Un abrazo.
Qué diferencias sociales más grandes en aquella época. Lo único que se podía hacer era soñar con que alguna vez cambiaría nuestra suerte.
ResponderEliminarPreciosa descripción del mueble.
Un abrazo
Haciendo honor al titulo de tu blog, tus relatos son Palabras Magicas, que nos ponen en la piel de los protagonistas y nos hacen sentir sus envidias, sus sueños, su pobreza...
ResponderEliminarMe gustan porque siempre nos haces reflexionar sobre temas sociales, en los que hay victimas que sufren sus consecuencias.
Un besito
Dramático panorama de dos situaciones paralelas que deberían ser idénticas y que por circunstancias ajenas a los niños, son tan terriblemente diferentes. Hermosa manera de sugerir tanto con la excusa de un mueble de estilo!
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola Susana.
ResponderEliminarHemos recorrido preciosas historias de la mano de nuestros queridos muebles.
La tuya tiene un encanto especial. Me ha cautivado.
Un abrazo.
Maat
¡Que mal repartido está el mundo! es lo primero que me ha venido a la cabeza después de leer tu relato, y es que como dice Tag, siempre nos haces reflexionar con tus maravillosa forma de contar las cosas.
ResponderEliminarExcelente tu relato
Un beso de Mar
Hola Natalí, Ardillita, Carmen, Carmen, Tag, Neogéminis, Maar y Mar. Perdonad pero he estado fuera todo el fin de semana y no he visto vuestros comentarios hasta ahora mismito. Os agradezco de corazón que hayáis leído mi micro. Me encanta teneros en mi blog. En cuanto tenga un ratito pasaré por los vuestros.
ResponderEliminarUn besazo
Con el bus ya en las cocheras, aprovecho para dejarme caer por tu mundo de palabras mágicas y descubrir este magnífico micro que confirma el dicho de lo bueno si breve, dos veces bueno.
ResponderEliminarUn beso.
El valor de las cosas, de ese mueble pintado de blanco impuro, cambia; probablemente no sea igual para el señorito que para el protagonista del relato. Tampoco hay duda de a quien le va a resultar más útil, de hecho, si es capaz de aprender las letras que su padre le dibuja con palos, ¿qué no hará cuando se siente en un mueble así de blanco?
ResponderEliminarBikiños, Susana, un poco más y se me cuela tu relato; disculpame.
tal vez solo uno de los niños lograba apreciar los detalles de ese mueble ,solo una psiquis intentaba escudriñar una explicacion ante situaciones diferentes que iban apareciendo en el camino de la vida.
ResponderEliminarcariños
ARTE SE LLAMA A LAS PINTURAS RUPESTRES, EL CRIST0 ESCRIBI0 EN EL SUEL0...0 ALGUN0 DE SUS DISCIPUL0S...L0S GRAFITIS L0 S0N DESDE QUE LA MEMM0RIA ES...ES DECIR, EL LUGAR PARA ESCRIBIR ES L0 DE MEN0S...L0 DE MAS ES ESCRIBIR...¡SI INCLUS0 ALGUN ESCRIT0R AFAMAD0, P0ETE S0BRE T0D0, HA ESCRIT0 MARAVILL0S0S VERS0S EN SERVILLETAS DE PAPEL!!!
ResponderEliminarMEDI0 BES0, SUSANA
Un relato que te hace pensar. Un tema no resuelto desde sus orígenes. Tierno y mordaz.
ResponderEliminarEnhorabuena, Susana.
Un abrazo en blanco y negro.
Un abismo en que sì que ha existido la belleza, campo es de cultivo de ilusiones y de afanes.
ResponderEliminar¡Què mejor estìmulo, que lo que nos deslumbra!
Tèsalo
Enhorabuena por el premio...
ResponderEliminarMuchos besitos.