domingo, 12 de abril de 2009

PROPUESTA CREATIVA

¡Hola!

Siento muchísimo haber tardado más de lo debido en colgar los enlaces de los blogs participantes en esta propuesta, pero precisamente hoy tuve más trabajo de lo habitual y no me pude escapar ni un instante. Lo lamento.

Bueno: muchas gracias por haber aceptado mi pequeño reto y haber participado en esta Propuesta Literaria. Personalmente yo estoy disfrutando mucho leyendo todos los relatos.
El mío, lo tenéis más abajo. Se titula "El trato". Espero que siga vniendo mucha gente a leerlo.

Los blogs de las personas que han participado son (espero no haberme dejado a nadie):

EL TRATO

Ya desde la esquina, a pesar de la profunda oscuridad reinante en la calle desierta, sin farolas, Tomás distinguió a lo lejos un brillante resplandor dorado. Caminó hacia él, cauteloso, escuchando únicamente el repiqueteo de las suelas gastadas de sus zapatos sobre el húmedo adoquinado de la acera. El frío de aquella noche invernal se colaba por los agujeros de su raído abrigo de paño y, por un momento, tuvo la tentación de darse media vuelta y volver al callejón con los demás mendigos, a calentarse junto a las amables llamas de la fogata común. Pero algo dentro de sí mismo parecía empujarlo hacia aquel brillo de oro. Cuando faltaban sólo unos metros, se detuvo para contemplar desde cierta distancia las majestuosas formas de las letras de aquel cartel. "Bazar del Tiempo", leyó para sí. Todo estaba desierto y sólo podía escucharse el maullido chillón de los gatos en celo y, muy lejos, la risa escandalosa de alguna meretriz en compañía. Nadie podía verlo. Se acercó a la puerta del local y la empujó, decidido. Ésta se abrió suavemente y el tintineo de la campanita que colgaba sobre el dintel le dio la bienvenida a aquella tela de araña de la que ya, sin saberlo, no podría escapar.

Tomás trató de acomodar sus ojos a aquella densa penumbra en la que, de pronto, se encontró envuelto, y sus oídos, al incesante tic-tac de los cientos de relojes repartidos por toda la estancia, en cada rincón, en el interior de vitrinas, sobre estanterías o colgando de las paredes. El bazar era pequeño, apenas tres metros cuadrados, con un mostrador caoba de madera labrada, y tras él, una cortinilla grisácea delante de lo que, probablemente, era el acceso a la trastienda. Antes de que tuviera tiempo de preguntarse qué estaba haciendo allí, una mano huesuda y arrugada apartó lentamente la cortina. Un individuo alto y delgado en extremo apareció al otro lado. Vestía una brillante capa negra sobre un elegante traje rayado. Llevaba su oscuro cabello engominado hacia atrás, haciendo bien visible su rostro enjuto, anguloso, casi cadavérico, una frente amplia y reluciente y unos inquietantes ojos vacíos, sin asomo de expresión.

-Buenas noches, Tomás –exclamó el hombre, clavando en él su mirada, como si quisiera introducirse en el interior de su cráneo atravesándole los globos oculares.

Tomás tuvo un mal presentimiento e instintivamente dio un paso hacia atrás, tratando de buscar a tientas, tras de sí, la manija de la puerta. En su interior, algo le decía que no debía darle la espalda a aquel hombre.

-¿Le… conozco? -logró articular.

-Lo cierto es que no, aunque esperaba tu visita.

-No comprendo…-sus manos sólo lograron palpar el espeso aire que invadía el local.

-Todos terminan viniendo. Es cuestión de… tiempo –el individuo paladeó, saboreando la última palabra y el sonido incesante e hipnótico de los relojes se acentuó durante unos instantes.

-Disculpe, pero sigo sin comprenderle y no creo que…

-Basta -el hombre de la capa alzó la voz y clavó sobre el mostrador sus uñas blanquecinas y puntiagudas. Sus ojos parecieron cobrar vida y brillaron con rabia-. Has entrado en mi Bazar del Tiempo y ahora tienes la oportunidad de hacer un trato conmigo. Un trato que te cambiará para siempre.

-¿Un trato? ¿Qué tipo de trato?

-El mejor que pueda existir. El más codiciado. Te ofrezco la posibilidad de comprar lo más valioso que tenéis los seres humanos -Tomás tembló inconscientemente- Tiempo.

Las palabras de aquel hombre le atemorizaban, y a la vez, le mantenían intrigado.

-¿Comprar tiempo?

-Exacto. Tiempo. Aquel durante el cual tomaste el camino equivocado. Te ofrezco, amigo mío, la posibilidad de volver al momento preciso de tu vida en el que todo marchaba bien, justo antes de que erraras al elegir tu camino.

-¿Volver?… ¿Volver a mi vida anterior? Pero… eso no es posible…

-Te aseguro sí es posible, Tomás -le interrumpió el hombre suavizando el tono de su voz-. Yo puedo hacer que lo sea. Piénsalo bien: tendrías la oportunidad enmendar tus errores y recuperar los momentos que dejaste escapar de tu vida–paladeó de nuevo y se humedeció sus labios, tremendamente delgados, casi inexistentes, con una lengua parduzca-, recuperar tu autoestima y el amor que perdiste. Piénsalo.

El volumen del tic-tac de los relojes ascendió de nuevo hasta hacerse casi insoportable. El hombre de la capa alzó ambas manos hacia el techo, y el sonido se aplacó de inmediato.

-Ya pero…-Tomás apenas podía articular palabra- ¿Qué tendría que hacer a cambio… a cambio de ese tiempo?

-Es muy sencillo: yo te devuelvo ese tiempo, el que necesitas para encauzar tu vida, y tú me entregas el que te reste, una vez que lo hayas logrado.

-¿Quiere decir que tendría que sacrificar el resto de mi vida, una vez que volviera a ser feliz?

El individuo se impacientaba. Aquella conversación estaba durando demasiado.

-¿Acaso prefieres continuar con tu triste existencia? ¿En la soledad más absoluta? ¿Vistiendo esos harapos? -preguntó con desprecio alzando la ceja izquierda.

Tomás se sorprendió a sí mismo sopesando el precio de aquel extraño trato, pero permaneció en silencio, incapaz de tomar una decisión.

-Bien -zanjó el hombre de la capa- Veo que en realidad no te interesa la oferta así que será mejor que nos despidamos.

Se dio media vuelta y abrió de nuevo la cortina de la trastienda.

-¡Espere! ¡Espere, por favor! -exclamó Tomás.

El hombre quedó quieto unos instantes y después se volvió muy despacio. Una desdentada sonrisa desencajaba las facciones de su rostro.

-Creo…que podría aceptar el trato. Yo… deseo más que nada volver atrás. Necesito hacerlo… Necesito volver a la vida que llevaba hace dos años.

-Bien, muy bien -se inclinó, sin dejar de sonreír y extrajo una cajita de madera rectangular de color caoba de debajo del mostrador, y se la tendió a Tomás.

-Cuando abras esta caja, habrás logrado tu deseo, pero recuerda: cuando llegue el momento, habrás de regresar a mi bazar para cumplir con tu parte del trato.

Acto seguido, desapareció tras las cortinillas.

Tomás salió del Bazar del Tiempo como si estuviera en trance, con la cajita en las manos, sin poder apartar su mirada de ella. Las primeras luces de día lamían los tejados de la ciudad en aquel amanecer invernal. Se detuvo en la esquina más próxima y abrió lentamente la caja. Sintió como si una intensa corriente le recorriera la espalda y se le saliera por la boca.

-Buenos días, Señor San Juan -le saludó el sereno amablemente, inclinando con respeto la cabeza, mientras emprendía camino de regreso a casa tras de finalizar su jornada.

Tomás no pudo contestar. El asombro le había enmudecido. Se contempló a sí mismo: su abrigo, ajado y sucio había desaparecido, y volvía a vestir, como hace años, traje de corte italiano, chaleco, y relucientes zapatos de piel. Se palpó el rostro, perfectamente afeitado, y miró a su alrededor, asombrado; sin saber cómo, había llegado a su antiguo barrio de elegantes edificios, en la calle más comercial de la ciudad.

A partir de entonces, los días que se sucedieron fueron mágicos. Su vida arrancaba de nuevo, en el punto de felicidad exacto, casi tres años antes de haberlo perdido todo, antes de hundirse en el fango y de permitir que el amor y el respeto de aquellos a quienes más amaba se le escapara de las manos. Se apartó de los negocios turbios, de las apuestas arriesgadas, de las dudosas inversiones y se halló de nuevo a sí mismo, sumergido en un tiempo dulce y prometedor, cargado de proyectos e ilusiones, cuando aún era feliz junto a Paula, embarazada ya de la pequeña Ana.

Efectivamente, el tiempo se hizo su aliado y Tomás puso de su parte hasta el último soplido de su renovado empeño, centrándose sólo en ella, en su Paula, para no volver a decepcionarla, a fallarla, ni a dejarla sola. Poco a poco fue logrando conducir su vida por el camino que debió haber tomado en aquella primera oportunidad que ahora parecía tan lejana.

Una tarde paseaba junto a Paula por la calle peatonal que atravesaba el corazón de la ciudad. El sol primaveral había bendecido ya a los almendros que adornaban las aceras y apremiaba a los pájaros a envolver el aire cálido con alegres trinos. Su esposa se detuvo un momento frente al escaparate de un local en obras.

-Fíjate, Tomás. Parece que van a poner un nuevo negocio en la antigua mercería de Doña Clarita. ¿Qué será?

Se acercaron al escaparate haciendo sombra con las manos para poder ver el interior. El local parecía estar vacío aún, y sólo se adivinaba, en un rincón, el perfil de un mostrador de color caoba y madera labrada. De pronto, Tomás se apartó bruscamente tirando hacia atrás de su esposa.

-Vámonos. No se ve nada.

-Pero… ¿qué te ocurre, Tomás? Estás pálido.

Preocupada, Paula le miró a los ojos y le acarició el rostro con ambas manos.

-Nada mi vida, no es nada. ¿Qué va a pasarme? -Tomás la atrajo hacia sí suavemente y la besó en los labios, dejando que los dedos se le enredaran en su melena castaña de terciopelo-. Anda, vamos; crucemos a la otra acera, que está más soleada.

Cruzaron juntos la calle, amarrados por la cintura, y unos metros más adelante, desde el otro lado, Tomás no pudo resistir la tentación y volvió la cabeza; allí estaba, detrás del escaparate, aquella sonrisa desdentada que jamás había conseguido olvidar, y aquellos ojos vacíos, sin alma, contemplándole fijamente, mientras un coro ensordecedor de “tic-tacs” estallaba en el interior su cabeza.

34 comentarios:

  1. Bueno, despues de leer este relato no se si podré publicar el mío. (Solo le añadí unas lineas a lo que habías escrito)
    Es muy bueno Susana, ¡enhorabuena!

    Entonces no esperamos al 15?, es que lo había programado para ese dia.

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  2. ¡Paco! ¡Hola! Aquí estoy, leyendo tu comentario "en directo".
    Tu relato seguro que ha quedado muy bien. No importa en absoluto si es más corto. Cuélgalo si quieres el día 15, pero avísame cuendo esté, ¿ok?. Yo he adelantado el mío unos días porque Mar ya había colgado el suyo.

    Un abrazo

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  3. Vaya.... pues casi que me da vergüenza colgar el mio, pero ya que está escrito... lo pondré mañana.

    Enhorabuena Susana. Tienes por ahí un par de expresiones, que si no te importa, las voy a copiar para meterlas en algún relato.

    Me ha encantado que el sol lama los tejados, bendiga a los almendros y apremie a los pájaros.

    El fragmento en el que están dentro del bazar y la descripción del amo del tiempo, es es impresionante.

    Enhorabuena!!

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  4. tanto, que hasta tartamudeo jajajjajaa

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  5. Ay mi Ardi... ¡Qué maja eres! Muchas gracias por tus halagos. Puedes utilizar en tus textos las expresiones que quieras, guapetona, ¡faltaría más!

    Y recuerda: ponme una notita mañana, cuando cuelgues tu relato. Estoy deseando leerlo.

    Un besazo

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  6. Hola Susana, ¡muy buen relato!. No tenia conocimiento de esta propuesta, asi que tendre que ir a tu bazar del tiempo, conseguir un poco e intentarlo. Lo que no se , es cual es el trato.
    Un saludo.
    Izara.

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  7. Gracias Izara.

    Estás a tiempo de participar, si te apetece.

    Un besote

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  8. Hola, Susana: Impresionante tu relato y muy inquietante. Enhorabuena.
    Como te dije he colocado en mi blog lo que yo escribí para ese mismo ejercicio porque me faltó tiempo pra intentar continuar el inicio de relato que publicaste.
    Un abrazo.

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  9. ¡Dorotea!Muchas gracias por pasarte por aquí. Ahora mismito me voy para tu blog a leer el ejercicio que tú hiciste para esta propuesta del taller. De todos modos, he colgado el enlace de tu blog para que todo el que quiera también vaya a leerlo.

    Un besote

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  10. Yo había dejado un comentario esta mañana, o es un "dejavu".

    Pues que el 15 aparece mi relatillo a primerísima hora ya que lo tengo programado desde hace unos dias. Cuando lo veas lo enlazas

    Un abrazo de despiste increible

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  11. Recibido, Paco. Estaré atenta el día 15.

    Un besote

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  12. Es muy buena idea, Susana, siento no disponer de tiempo, se me escapa de las manos cuanto más trato de apresarlo, como si fuera barro. De todos modos intentaré seguirlo.

    Bikiños

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  13. Mis versiones son expressssss, jejeje , de esas que están marcadas por un inquietante tic.tac.
    Resulta un poco descorcentante que si quedamos para un día se adelanten así las manecillas.

    Felicidades por este relato tan bien contado.

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  14. Susana, reina

    Ya puedes añadir mi link. Lo programé para las 08:00, pero yo me he levantado más tarde. ¡Hoy no trabajo!

    Un beso

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  15. XoseAntón, no te preocupes. Todos estamos fatal de tiempo. Parece que es el pan nuestro de cada día.

    Gracias Mimi. Me alegro que te haya gustado. Añado el link de tu blog mañana mismo por la mañanita

    Ardi: ya estás añadida. En cuanto tenga un momentito voy a tu árbol a leerte.

    Besos para todos!!!

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  16. Es verdad que es algo desconcertante que si se queda para un dia, las manecillas se adelanten. Aunque peor es lo contrario. El ultimo sábado, estuve añadiendo links hasta en domingo. Y había empezado el viernes.

    Malo es adelantarse, pero peor es llegar tarde, pienso.

    Susana, mi consejo es que pongas una hora límite para que sean tenidas en cuenta las entregas, no sea que te vaya a venir alguno al día siguiente como me pasó a mi. Luego tienes que decir que no, y no es agradable.

    Besos a tod@s.

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  17. Hola, Susana. He leído tu propuesta, aunque como estuve unos días sin conexión y todo lo leía a saltos, no acabo de enterarme de cuál es el plan. Si me explicas un poco de qué va, miro a ver si participo, que parece una buena idea.
    besos de cafetería con ordenata y café.

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  18. Hola Mercedes. La idea era que a partir de un párrafo inicial que yo escribí para una propuesta del taller, cada cual lo continuara y escribiera su propio relato. Tienes el párrafo en otro de mis post, un poco más abajo. De todas formas va desde el principio hasta "Cuando faltaban sólo unos metros se detuvo para contemplar desde cierta distancia las majestuosas formas de las letras de aquel cartel". A partir de aquí tendrías que seguir tú.
    Si te animas, avísame cuando lo cuelgues, ¿vale?

    Un besazo

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  19. Hola Susana,

    Buenoooo, despues de todo lo que he visto por aqui, casi que no te digo nada de mi relato.
    Vi tu propuesta, y como estoy de vacaciones y tengo tiempo, escribi una continuación que ahora me doy cuenta de que no está a la altura.
    Solo leyendo el de la Ardilla Roja, ya me habia convencido, y ahora el tuyo.... Bueno, da igual, como de todas formas ya está escrito, si lo quieres leer, está en el dia 12-4 que es cuando lo escribi, pero lo acabo de publicar.
    En fin, que lo importante es participar ¿no?

    Un besito

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  20. Muchísimas gracias, Tag.

    Efectivamente la idea era que la gente se animara a escribir. Esta propuesta era sólo una excusa para que, todo aquel al que le motivara ese primer párrafo que yo escribí, diera rienda suelta a su imaginación y a su pluma.

    Me alegra que te hayas animado. Me voy corriendo a leerte.

    Un abrazo,

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  21. Susana, ya tengo mi aportación a tu propuesta en mi blog. Oye, muy bueno tu relato.
    Pasada de escrito.
    Enhorabuena.

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  22. Hola, Susana.
    Al final, por los pelos, creo que llego a tu convocatoria.
    Buena idea¡
    Mañana procuraré leerme los que se publiquen.
    Un beso.

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  23. También he participado en la propuesta creativa, si fueses tan amable y me pudieses añadir a la lista te lo agradería.

    Saludos!
    http://punto-punto-punto-punto.blogspot.com/

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  24. Hola Susana: Casi no llego, pero ya tengo colgado mi relato. Gracias por tu invitación.

    Un abrazo para todos.

    Maat

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  25. hola Susana he colgado hace apenas unos minutos mi relato, aqui te dejo el enlace para que no tengas que buscarlo tu, mas tarde o mañana me paso a leerte, ya he leido el de ardilla y el de mercedes... y veo que esta teniendo exito esta propuesta, ains que me enrollo y no te pongo el link http://lucesdelalba-carmina.blogspot.com/

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  26. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  27. Ahí tienes mi relato, el blog que tienes agregado, el de aquí normalmente sólo lleva poesía y fotos mías, el que te agrego, relatos y exposiciones.
    Lo colgué ayer

    http://xqsabes.spaces.live.com/blog/

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  28. al final pude pasar hoy a leerte, precioso relato y muy buenas imagenes literarias las que empleas, lo malo es la segunda parte del trato, no creo que Tomás sea capaz de cumplirla, uys al final me queda el gusanillo de como continuaria...

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  29. Gracias a todos por acoger tan bien mi propuesta, tanto los que habéis participado en ella como los que pasáis por aquí y por los demás blogs a leer los relatos.

    ¡Sois un sol!

    Un besazo

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  30. Bueno wapa con algo de retraso me he leido ya todos lo relatos publicados en tu propuesta, un placer haber participado, espero que si sigues con ellas me entere por alguno de los blogs en los que compartimos amigos... besos y hasta la proxima, por cierto un diez para el de tu amigo German tiene un don para escribir, ha sido un placer leerle

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  31. Casi se me pasa el tuyo, qué despiste.
    Me parece genial, un tanto gótico, con ese personaje que me recuerda antiguas películas de Bela Lugosi, esos relojes sonando arriba y abajo, angustioso y sofocante.
    Me ha gustado mucho, sí.

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  32. Hola Carmina. Me alegro de que te hayas animado a participar. Pásate por aquí cuando quieras, que siempre serás bienvenida.

    Teresa, ¡que no venías a verme! Me alegra que te gustara mi relato. Sí, pretendía darle un cierto aire siniestro al hombre de la capa. Creo que al menos eso sí lo he conseguido.

    Un besote

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  33. A veces buceo por ahi, en blogs desconocidos, guiandome en los preferidos de algun blog conocido que a su vez tiene otras listas de blogs. Y asi, me voy lejos.
    Bueno, pues un dia, encontré uno que hacía lo mismo que has hecho tu.Empezaba un relato, con unas frases, una historia corta.
    Entonces los que querian escribian sus propuestas para continuarlo.
    Y la que lo habia iniciado elegia la que más le gustaba, lo añadia al texto inicial, y volvia a pedir que continuasen escribiendo, y asi asi se iba formando un relato largo, o una novela corta.
    Te lo cuento como sugerencia, por si te apetece la idea.
    Tambien lo podia hacer yo,pensarás,¿no?, pues si, pero veo que tu tienes mucho poder de convocatoria, creo que a ti se te dan bien estas cosas.
    Menudo rollo te he escrito. Corto ya.
    Un besito

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  34. Hola tag. Esto que me cuentas, de empezar un relato con una frase y que los demás vayan aportando las suyas, me parece una propuesta intersantísima. Quizá algún día la ponga en marcha.Sí.Gracias por la idea.

    Un besazo

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