Miriam arrugó en sus manos el garabato ilegible que había dibujado. Se preguntó, cuánto tiempo tardarían sus dedos en gozar nuevamente de sensibilidad y firmeza suficientes como para escribir con claridad su nombre en un miserable papel; se preguntó si podría volver a acariciar un rostro o a estrechar una mano; a peinarse sin ayuda o a coger una copa sin derramar su contenido púrpura sobre la alfombra. Contempló ensimismada aquellas manos nuevas, aún dos extrañas, y se estremeció con la nitidez del recuerdo: lluvia, un tramo de curvas, su moto de alta cilindrada y aquel guarda raíl metálico.
Hola Susana:
ResponderEliminarA medida que iba leyendo, me preguntaba... ¿ Y la otra, donde esta?. Muy buen micro. Felicidades!
Un abrazo
¿Manos trasplantadas? Es un tema que me resulta inquietante. Porque un hígado o un riñón no te lo ves, pero las manos están ahí delante de ti, y tienes que cortarte las uñas, y hacer tantas cosas con ellas...
ResponderEliminarHas escrito guarda raíl, pero también les llaman quitamiedos, y por lo que veo, a los motoristas es una de las cosas que más miedo le dan, con razón.
Me ha gustado.
¡Hola!
ResponderEliminarArdilla: qué bien que dejes tu árbol para venir a visitarme. Siempre eres bienvenida, ya lo sabes. Me alegra que te haya gustado mi pequeño micro.
Teresa: debe de ser extrañísimo no reconocer tus propias manos, y lo que es peor, no tener control total sobre ellas. Esto de los quitamiedos o guarda raíles es un gravísimo y viejo problema para los motoristas, que no se cansan, y con razón, de pedir que se sustituyan por otro elemento que no resulte tan dañino.
¡Gracias, chic@as!
Un besote
Un buen relato para luchar contra los guardaraíles, a ver si los quitan ya. Por otro lado, bien escrito, muy cortito, como pega en internet,
ResponderEliminarUn beso,
Juanma
PD: me voy a quedar un ratito más, a ver que hay por aquí
¡Juanma!Qué alegría verte por aquí. Gracias por venir.
ResponderEliminarUn besazo
Un micro de una calidad impresionante Susana.
ResponderEliminarMe he quedado con un buen sabor de boca pese al tema que has tratado.
un abrazo
Me ha gustado mucho tu relato, lo leí hace unos días pero con eso de tener a los niños de vacaciones no tuve tiempo ni de dejarte un comentario, me ha parecido concreto y conciso.
ResponderEliminarTambién leí tu propuesta creativa para el día 15 y como no estaré la semana que viene lo acabo de dejar en mi blog, espero que no desentone mucho porque es la primera vez que hago algo así pero me apetecía participar, y ahora me voy a seguir haciendo maletas.
Un beso de Mar casi de vacaciones
Mil gracias Paco. Me encanta que te haya gustado.
ResponderEliminarMar: no te preocupes. Estamos todos fatal de tiempo. Me alegra que te pases por mi blog y leas mis cosas. No te preocupes por los comentarios, que eso es lo de menos.
Gracias por participar en la propuesta creativa. ¡La has inaugurado!Ya he colgado el enlace de tu blog en el mío, para que la gente vaya pasando a leerte. Un besazo
Un poquito triste... ¿no?
ResponderEliminarDesgraciadamente, sí, Tésalo.
ResponderEliminarGracias por visitarme.
Si escribir un relato tiene su merito, un microrelato ya es la caña.
ResponderEliminarDecir tantas cosas en tan pocas lineas.
Chapeau, Susana.
Más que triste, es real.
Muy bueno