viernes, 3 de abril de 2009

MARINA


Marina se desgañita el alma pensando. Algo ha de haber en su interior que logre sacarla del gris de sus días, idénticos, en el matadero de aves. Desesperada, busca talentos ocultos en lo más profundo de sí misma. Recuerda a su profesora de sexto, la señorita Amelia, alabando su buen hacer con las acuarelas sobre el lienzo; pero Marina, hace tiempo que no pinta. Recuerda la vez en la que ganó un certamen de escritura en su colegio con un cuento de misterio escrito con su destartalada Olivetti; pero Marina ya no escribe. Se le viene a la cabeza el orgullo reflejado en la sonrisa de sus padres, en la grada, el día en que recibió aquella medalla de plata en las competiciones de natación del barrio; pero Marina hace tiempo que no nada. Y mientras ensarta inertes cuerpos de pollo en las afiladas lanzas, imagina los cuadros que nunca pintó, las novelas que nunca empezó y las olimpiadas en las que no llegó a participar; y se pregunta si el fluir de la vida se llevó sus antiguos talentos, o si fueron aquellos talentos los que sin saber cómo, fluyeron y terminaron arrastrándola a esta vida de pollos, plumas y sangre.

14 comentarios:

  1. Hola Susana,

    Igual a Marina no le gustaba lo suficiente aquello que hacía. O no, tal vez el devenir de su existencia, la abocó en eso, pero puede retomarlo, ¿no? Yo no creo que sea incompatible, el ensartar cadáveres de pollo, con las acuarelas. Sería una bonita nota de color ;)

    Un abrazo

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  2. Oye, tú no vaas a participar en el Sábado Literario? Esta semana lo dirijo yo, a ver si te ocurre algo, aunque sea pequeñín, me encantaría tenerte.

    Un beso,
    Juanma

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  3. Este relato te hubiera servido como un ¿qué pasaría si...? para el sábado literario.
    Me ha gustado mucho. Y no dejo de asombrarme de dónde has sacado esa imagen, le viene perfecta al texto.
    Un abrazo,
    Ramón

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  4. La imagen es curiosa, si alguine consiguió que todos esos pollos se estuvieran quietos.

    Un bonito relato Susana. Pobre Marina, seguramente nunca creyó en ella misma. Debería haber tomado las deciciones cuando la vida le ofreció hacerlo.

    Un abrazo compi

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  5. Hola Ardi, Juanmna, Ramón y Paco. ¿A que está chulala foto de la familia de los pollos? Jeje... Gracias por pasaros por mi blog.


    Juanma. Lo siento: no he participado en el sábado literario porque pasaba el fin de semana fuera y no tuve tiempo de preparar nada. Este micro, el de Marina, no me parecia que cuadrara mucho para el "qué pasaría si..." y por eso no te dije nada antes de irme...

    Un besazo,

    Susana

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  6. ! Qué bonito relato !, yo me crié con mi abuela en le campo. Ella se llamaba Clemencia, y todos los días subíamos al campo a echar de comer los animales.
    Pero bueno pudo ser como Marina, le encantó su vida y recoger huevos en el gallinero.

    Paco, me he reido con lo de los polluelos quietos, son como niños.

    Saludos a tod@s.

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  7. Es triste que la vida nos lleve a donde nunca hubiéramos querido ir, pero nunca es tarde para rectificar, para coger de nuevo las riendas.

    Un relato precioso, Susana, lo has bordado.

    Un beso

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  8. Gracias, Felisa. Me encanta que visites mi blog.

    Es cierto: nunca se debe dejar de buscar el camino que nos lleve a la felicidad.

    Un besote

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  9. Que bonito relato, pero que triste, es triste no poder hacer lo que te gusta en la vida, pero es más triste no ponerle remedio en lo posible y vivir pensando lo que pudo ser y no fué.
    Un beso de Mar

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  10. Hola Mar: ése es el mensaje que debía despertar este micro. La idea de que tenemos que luchar por ser felices SIEMPRE, por muy tarde que nos parezca, porque nunca lo es. ¡La vida nos puede estar guardando sorpresas maravillosas, pero tenemos que ir en su busca!

    Gracias por visitarme.

    Un besote

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  11. el otro día me pasé para avisarte del sábado literario, (ya está en marcha el presente) pero no me puse a comentar este pequeño relato que me parece que refleja de una manera original, no sé como decirlo, lo que suele pasar a la mayoría de la gente. Los sueños truncados.

    No sé porqué pero me ha gustado más de lo normal, como si hubieras disparado a mi sensibilidad literaria.

    Otro beso,
    sigo leyendo,,,jaja

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  12. Hola Juanma. Últimamente estoy fuera los fines de semana y no me da tiempo a preparar nada con antelación suficiente para el sábado literario. Jo... ¡A ver si me puedo reenganchar pronto!

    Me alegra de que mi "Marina" haya surtido algún tipo de efecto positivo sobre tu sensibilidad literaria.

    Un besote,

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  13. pobre MARINA si no supo mantener sus sueños eso jamas puede perderse ,me encantan todos tus relatos Susana y me encantas TU

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  14. Hola Anónimo. Eres bienvenido a mi joven blog. Gracias por leerme

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