Inés ansía la llegada de esas tardes, ésas en las que Manuel, como tantas otras, la deja sola para atender, según dice, sus relevantes negocios, sus importantes quehaceres, sus compromisos inaplazables… Qué más da; ella sabe que son sólo absurdas excusas que él inventa para no pasar su tiempo en casa y, sin embargo, hace meses que ya no le importa; no le importa que Manuel no esté, que no la mire, que ya casi no la hable y que apenas la desee ni la toque… Hace tiempo que Inés sólo espera escuchar el crujido suave de la puerta para correr a conectar su portátil, transformarse presurosa en su alias, Claudia, y sentir a través de las teclas las caricias de los dedos de Andrés. Jamás ha visto sus rostro, ni ha querido hacerlo; jamás ha escuchado el sonido de su voz, ni lo ha necesitado; pero los tiernos poemas que él deposita para ella sobre la pantalla, al atardecer, arrullan esa parte profunda de su alma, ésa que ha estado adormecida, sumida durante tanto tiempo en un letargo asfixiante de monótona rutina. Los pensamientos de Inés le pertenecen ya únicamente a él, y a ese momento en el que su nombre aparece en la pequeña ventanita azulada y brillante que les conecta de nuevo con ese firme lazo de energía invisible.
Y así, sumida en ese teclear apasionado, Claudia ni siquiera imagina que, al otro lado de la calle, en el cibercafé del número 15, Manuel paga por adelantado tres horas de conexión, para pasar él también cada tarde con su cibernético amor: su Claudia; la mujer que le comprende, la que comparte con él sus secretos, la que le desvela sin temor el contenido de sus sueños, y la única que aprecia la ternura de los versos que él compone, delante de esa pantalla, solamente para ella.
Y así, sumida en ese teclear apasionado, Claudia ni siquiera imagina que, al otro lado de la calle, en el cibercafé del número 15, Manuel paga por adelantado tres horas de conexión, para pasar él también cada tarde con su cibernético amor: su Claudia; la mujer que le comprende, la que comparte con él sus secretos, la que le desvela sin temor el contenido de sus sueños, y la única que aprecia la ternura de los versos que él compone, delante de esa pantalla, solamente para ella.
Hola Susana. Muy bonito tu relato, ¡Ay el amor cibernético! Muchas personas sacan su verdadera personalidad a través de la red, y tanto puede ir bien como mal, creo que es mejor no abrirse tanto.
ResponderEliminarUn beso.
Y a lo mejor ocurre eso de verdad, no es ficción.
ResponderEliminarEs la versión moderna de aquella canción de Cecilia que decia "¿Quien le escribia versos, dime quien era... "
Me ha encantado tu historia de internet.
Un besito
Hola susana, bonito relato, que coincidencia en varios leí, esto que las parejas se reencuentran en el chat encubiertos con nick desconocido. Que tontos la podrían pasar muy bien si se abrieran con sus parejas.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Hola Susana:
ResponderEliminarEstabamos casi en la misma onda cuando escribimos nuestros relatos, qué coincidencia¡
Evidentemente, me ha gustado mucho.
Susana esto ya ha pasado, recuerdo el que caso que leí (seguro que ha pasado más veces) y resulta que cuando supieran quienes eran en el chat decidieron divorciarse, jaja, cosas que pasan, xDD
ResponderEliminarProcura no pasarte con los "adjetivos"
Un saludo,
Juanma
Hola Susana:
ResponderEliminarEsto pasa muchas veces jajajajaa ¡Ay,que bueno!. Recuerdo aquellos dos que se estaban divorciando y luego estaban enamorados por Internet. Lo que me certifica que nos comunicamos mejor a distancia y que la convivencia es muy malaaaa!
Un beso, guapa
Feliz fin de semana
Me recuerda aquella canción de Cecilia, el marido la mandaba cartas sin firmar ni remite y ella guardaba ese secreto sin saber que dormía con él, con el autor de sus cartas.
ResponderEliminarMuy bonito y real a veces en una pareja creemos que todo está dicho y la realidad es otra.
Besotes.
Paola.
...A todos nos ha venido a la cabeza la canción "Un ramito de Violetas" de Cecilia y no se porqué? la situación es diferente, en tu relato ninguno de los dos conoce la verdadera identidad del otro, en cualquier caso es la magia de esas situaciones que tanto nos hacen pensar.
ResponderEliminarMuy bien contado.
Un abrazo
Jejeje, encantadora e irónica historia, me ha gustado porque es breve y contiene todo lo esencial.
ResponderEliminarUn beso desde Extremadura y un teclado nuevo, para que sigas así, jeje.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOjalà siga esta historia, en este mismo punto.
ResponderEliminarNo dejar entonces las cosas como estàn, por eso de la intriga.
Què pasarìan si se enteran ambos, quienes son sus repectivos amores cibernèricos.
Digamos que serìa ya otra historia.
Un relato tuyo, entretenido.
Un saludo
Breve, concisa y muy bien construida, creo que esta situacion puede darse en muchas ocasiones, el problema es que las parejas dejamos de dialogar, pensamos que los tenemos todo dicho, y despues resulta que no es asi y cuando logramos conversar con alguien y que ese alguien nos abra su corazon, pensamos que nos hemos enamorado y justo s la misma persona que en su dia elegimos y nos enamoro... ironias del destino
ResponderEliminarestos sábados,estos temas desde tan diversos puntos de vista y no tanto, nos dejan pensando, reflexionando. sin duda situaciones tan bien relatadas como la tuya, seguramente nos hacen cuestionar muchisimo la rutina y los distintos recursos para darles color a nuestra vida. en este caso y en muchos más si estarán al alcance de la mano... por supuesto que yo también recordé la canción. besotes.
ResponderEliminarTRES DIAS HAN PASAD0.PER0 HE LLEGAD0. CRE0 QUE EL BUS ANDABA SIN GAS0LINA 0 QUE SE HA AVERIAD0 N0 SE QUE DE LA TR0C0LA...
ResponderEliminarSUSANA, HIST0RIA, PARA MI ,DE D0S PARTES:
UNA EN LA QUE ME PREGUNTABA QUE QUIZA N0 HAGAN FALTA PERS0NAS PARA INCIDIR EN NUESTR0S SENTIMIENT0S, AL MEN0S, EN ES0S SENTIMIENT0S AD0RMILAD0S, YA CASI APAGAD0S, ANTES ENCENDID0S C0M0 LUCER0S J0VENES...UNA EN LA QUE C0N SABER 0 IMAGINAR QUE LAS PALABRAS APARECIDAS EN (DARÍA L0 MISM0 UN PAPEL) UNA LAS ESCRIBE TAL 0 CUAL (¿Y SI ESAS PALABRAS N0 LAS ESCRIBIERA UNA PERS0NA, SUSANA, SI N0 QUE FUERA UNA MAQUINA TAN S0L0 Y S0LITA???, VAYA CHASC0¡¡¡)
LA 0R0 PARTE ME DICE DE SILENCI0S. LA 0TRA PARTE ME HABLA DE INC0MUNICACI0N. UNA PENA¡¡¡
MUCHAS GRACIAS,SUSANA.
Ay, las paradojas de la red. Tan bonito como triste.
ResponderEliminarUn beso, Susana.
Preciosa historia, puede que nos sea más facil escribir de sentimientos que hablar de ellos y por eso suceden esas cosas
ResponderEliminarUn beso de Mar
Preciosa historia !
ResponderEliminarComo Tag , y otras mas , lo que primero me vino a la mente fue la cancion de Cecilia : un ramillete de violetas ( version internet )
Saludos desde Malaga
Qué bien, regresar de mis vacaciones y encontrarme con vuestros comentarios. Gracias a todos. ¡Sois un solete!
ResponderEliminarAlgo comun en este mundo de las computadoras.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Saludos.
(Te debo las tildes)