viernes, 16 de octubre de 2009

CUALQUIER COSA

“Fresca, brillante,antihistamínica…”. Así tratabas de colocarme aquella pócima viscosa, encerrada en pequeños botellines de cristal anaranjado. Llevabas puesto tu mejor traje y también tu mejor sonrisa; aquélla de embaucador experto, envuelta en el aroma dulzón de tu perfume de siempre. Ascendía por mi nariz, contoneándose, hasta alcanzar mi pituitaria, estimular las ramificaciones de mis nervios adormecidos y nublarme del todo la vista.

—Me quedo con doce cajas —dije con cara de boba.

Y es que, botellas de elixires mágicos, tarros de pomadas singulares o frascos de portentosos ungüentos, sabías bien que, a esas alturas, yo, tonta de mí, te compraría cualquier cosa.

4 comentarios:

  1. jejjej...me ha hecho gracia la combinación de cualidades!:
    “Fresca, brillante,antihistamínica…”. jajajaj cómo resistirse???????


    un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Pues yo casi había comprado una sola caja para volver más a menudo a ver su mejor sonrisa y oler su perfume que nubla la vista.
    Muy buen relato
    Un beso de Mar

    ResponderEliminar
  3. -Me quedo con doce cajas, dijo ella jajaja

    Qué bonito Susana. Cuando se nos pone cara de haba no vemos un burro aunque vayamos sobre él.

    Besos trasnochados

    ResponderEliminar