
—Me quedo con doce cajas —dije con cara de boba.
Y es que, botellas de elixires mágicos, tarros de pomadas singulares o frascos de portentosos ungüentos, sabías bien que, a esas alturas, yo, tonta de mí, te compraría cualquier cosa.
Sé bienvenido a mis Palabras Mágicas. En este lugar no hay sitio para el estrés ni las prisas así que... ¡relájate, por favor! Y solamente: LEE
Es muy bueno...
ResponderEliminarlo compramos todo.
jejjej...me ha hecho gracia la combinación de cualidades!:
ResponderEliminar“Fresca, brillante,antihistamínica…”. jajajaj cómo resistirse???????
un abrazo!
Pues yo casi había comprado una sola caja para volver más a menudo a ver su mejor sonrisa y oler su perfume que nubla la vista.
ResponderEliminarMuy buen relato
Un beso de Mar
-Me quedo con doce cajas, dijo ella jajaja
ResponderEliminarQué bonito Susana. Cuando se nos pone cara de haba no vemos un burro aunque vayamos sobre él.
Besos trasnochados